El arte de Yoshitaka Amano


En artículos anteriores reseñé un poco acerca de los primeros títulos del videojuego Final Fantasy, así como de su música; todo esto con motivo de su 25 aniversario. Para cerrar el tema, me gustaría hablarles de Yoshitaka Amano, el ilustrador que logró imprimir a la serie un sello muy particular, que armonizó perfectamente con la labor de Sakaguchi y Uematsu; diseño y música, respectivamente.

Amano tuvo desde niño esa habilidad innata para el dibujo, esa vena artística. A los 15 años de edad su familia le ayudó a mudarse a Tokyo, por allá de 1967. Ese mismo año se presentó en la casa de animación Tatsunoko y les mostró su trabajo. Fue aceptado en el estudio y durante su estadía participó en el diseño de personajes de series tan exitosas a nivel internacional como Mach Go Go Go (Meteoro) o Gatchaman (Fuerza G).

El arte de Amano muestra influencias marcadas del Art Nouveau, así como del Ukiyo-e, es sumamente tradicional, empleando acuarelas, tinta china además de hacer grabados y litografías. Su estilo es dinámico, de líneas delgadas y finas, sobre todo en el cabello, que dibuja con trazos fluidos y alargados.

A los 30 años renunció a su puesto fijo en Tatsunoko, comenzando a trabajar como freelancer. Durante la década de los 80 ilustró cerca de 20 libros, muy exitosos; publicó su Artbook Maten, así como diversas ilustraciones para Vampire Hunter D, entre otros. En 1987 participó como diseñador de personajes para Final Fantasy, el resto es historia. Amano fue el diseñador oficial de la saga de Final Fantasy I al VI, para los títulos posteriores colaboró con algunas ilustraciones y con los logos de todos los capítulos, a excepción de Final Fantasy IX.

En lo personal admiro sus ilustraciones de arte fantástico; las de Final Fantasy, por ejemplo, tienen un toque steampunk-medieval; son de mis favoritas. Todas sus obras tienen un dejo de melancolía; las líneas delgadas y los colores tenues han hecho su estilo claramente reconocible; los rostros incluso no siguen el estereotipo del manga japonés, me recuerdan más el estilo de las estampas japonesas influenciadas por el arte impresionista-expresionista del siglo XVII.

Los invito a buscar más de la obra de este gran ilustrador que, en lo personal, es uno de mis favoritos; sus obras me generan una sensación de tranquilidad y, ¿por qué no? cierta melancolía, a pesar de usar un estilo tradicional, su arte es tan hermoso y sigue tan vigente como hace ya más de treinta años.

Todas las imágenes, propiedad de Yoshitaka Amano.

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